El feminismo, cuestión de follar

Publicado el 1 de febrero de 2025, 7:50

Por Antonio de la Fuente

[Tiempo estimado de lectura: 10 min]

 

 

Alguien lo tenía que decir y se dijo. Quizá ya muchos lo intuían.

 

Las mujeres son las que están destruyendo el amor a través de su feminismo. Son “las mujeres que ya nunca se enamoran”1. Así les gusta llamarse para demostrar a sus “rivales” hombres, cómo son ejemplo de empoderamiento y de ruptura “revolucionaria” con lo tradicional, con el amor romántico. ¡Pero claro! esto es así hasta que encuentran a un “macho” complaciente, un planchabragas de verdad, que además de ser guapo, tenga buenos abdominales y haya aprendido las mejores técnicas de tantra en algunos retiros al uso, para llevar a esa mujer a esferas celestiales, sin necesidad de comprometerse con él en una relación seria. ¡Entonces no! Entonces se enamoran, pero sin decirlo, ¡eso es sacrilegio para una feminista!, porque ya cuando se desenamoren, o no responda a sus necesidades, ella tendrá tiempo de pensar si usarlo a su favor y en contra de él, dependiendo de cómo se porte, si lo desea, y quizás denunciarlo2.

 

Pero también lo destruyen los hombres “aliades” que apoyan el feminismo.

 

Más allá de que el feminismo es una ingeniería social creada por el poder de los Estados con múltiples fines alineantes que no analizaremos aquí, ya que están bien descritos en otros textos3, el feminismo, dentro de esa ingeniería, basa su principal mecanismo de adscripción a éste por parte de los hombres (aliades), a la necesidad de la naturaleza humana de afecto y sexo. ¡Hay que intentar follar chicos! Tanto en las personas que tienen pareja y quiere conservarla, como las que las buscan, si hay feminismo en ellas, ellos se callarán. Y en el peor de los casos se convencerán de que es bueno ser feminista, y ondearan su bandera allá donde vayan. Hablaran en femenino incluso a los niños y los hombres si hace falta, y llenaran textos de x y @.

 

Para las mujeres, esa adscripción sucederá por el hecho de que el feminismo siempre fue diseñado como forma para medrar poder. Para los hombres escalar en cuotas de poder también permite que follen más. Tanto es así para los aliades de base y activistas de izquierdas, como para los de clase media o alta, más de derechas, porque feminismos hay en todas las clases sociales y para todos los gustos.

 

Las feministas de todo tipo y lugar son las más satisfechas y vanidosas de su propia religión, pero a la vez las peor paradas. Incluso esas que dicen que hay muchos feminismos pero que su feminismo siempre es el mejor y el más puro, porque los otros son muy malos feminismos y no les representan. Lo podemos comprobar por la cantidad de psicofármacos que las mujeres consumen en España4. Pero los hombres también salen mal parados, sin contar con los suicidios de acusados por denuncias falsas que han colapsado económica y psicológicamente5. Mal parados acabamos todos. Toda la sociedad.

 

Vemos como en los casos mediáticos (Errejón, Rubiales, etc) asoma el verdadero rostro: el poder, la voluntad de poder, el dinero. Así, las peores pulsiones humanas, con el feminismo, son elevadas a alta categoría moral y convertido en relato político, en religión política. Feministas, todos y todas, ahora, buscan poder. Aunque sea pequeño. Asomar la cabeza. Recibir subvenciones. Hacerse un hueco en la esfera intelectualoide activista. Conseguir algún puestecito en alguna asociación o colectivo social subvencionado, o directamente aspirar a presidenta del gobierno. A ellas les sirve muy bien de coartada el pasado machista que el estado impuso a la sociedad desde las democracias liberales del siglo XIX6. Su resentimiento es alimentado por la propaganda constantemente, es su gasolina. Su victimismo se ha hecho ya cultural, es su arma y su argumento. Y el sexo y lo afectivo, su moneda de cambio. ¿Cómo no? En una sociedad subhumana como la nuestra, en la que todo se consume, en la que somos tremendamente egoístas y eso es símbolo de empoderamiento en las mujeres, el sexo no podría quedarse atrás.

 

Así pues, tanto si tienes pareja feminista, como si no la tienes y deseas una, la mejor forma de conseguirla o mantenerla, es acudir a lugares donde hay muchas mujeres juntas (lugares y eventos con olor a feminismo), que ahora se llaman espacios seguros. Allí, con muchísima suerte, siendo un buen aliade, podrás pescar algo. Mujeres con mallas de leopardo y sin sujetador. Y donde si no eres feminista, serás detectado solo por tu forma de andar, y condenado in extremis por actos de microchamismo. Si no comulgas, si se te ocurre rechistar o criticarlas, no follarás, y caerá sobre ti un maléfico hechizo: No amarás más ni serás amado. Tan cruel es su pensamiento hacia cualquier hereje.

 

Todos necesitamos afectividad y sexo. Es una necesidad vital y la salud nos va en ello. La salud mental que tanto menciona actualmente la izquierda, se da en una sociedad que ha generado esta guerra de sexos. Y no es casualidad que quien la denuncia sea quien la impulsó. Son los tiros en el pie que se da la izquierda, cada vez más evidentes y recurrentes. Y por todo esto el feminismo es lo más perverso que haya creado la civilización del estatocapitalismo de los Estados de Bienestar. Utiliza una necesidad humana esencial como anzuelo hacia la voluntad de poder, dejando de ser el amor, una cualidad desinteresada y motivada por el encanto y la ternura, lo que hace que cada vez existan menos parejas, y las que hay, se destruyen casi todas antes o después7.

 

Ahora ligar ya es machista. Se interpreta el cortejo con recelo, como un signo patriarcal de uso de un supuesto privilegio, excepto si tu color de piel es más oscuro. Tu privilegio es el de ser hombre, blanco y hetero. La ley de violencia de género fomenta un rechazo y un temor racional a establecer contacto o iniciar una relación para poder ser denunciado en cualquier momento por cualquier mujer con la que hayas pasado siquiera una noche, una tarde o incluso 18 años juntos y tener hijos pequeños de por medio. Ésta ley que ningún -y ninguna- feminista rechaza o pone en duda públicamente, por muy anarquista que se llame y luche contra el patriarcado. Lo que deriva en una sociedad condenada a la soledad, como ya podemos observar dramáticamente en países como Suecia8 ¿Cómo es posible que el feminismo se llene la boca diciendo que representan la idea de la igualdad de derechos para las mujeres, y también para los hombres, y después crear una ley para eliminar uno de los derechos fundamentales que es el derecho a la presunción de inocencia, criminalizando así a todos los hombres por el hecho de ser hombres?

 

Una mujer puede resultar estúpida y engreída, sabionda y prepotente, y ser vista como empoderada. Mientras un hombre así, sería un machista y punto, aunque ambos comportamientos sean de gilipollas. Un hombre, si desea separarse e irse a vivir con otra que le gusta más, más joven, o que le hace el amor mucho mejor, etc -aun teniendo hijos pequeños juntos- y pretende llevarse a los hijos con él, o dejar a los hijos en manos de ella, pero requiriéndolos en una custodia compartida, sería visto como machista, irresponsable e inmoral. Y en realidad, a simple vista lo es. La mujer podría enfurecerse por tal actuación de su marido, como sería lógico y entendible. Sin embargo, si una mujer actuara igual, la historia cambiaría dramáticamente. Si un hombre discute con su mujer acaloradamente, llegando a insultarla, puede ser denunciado a la Guardia Civil o a la Policía, y automáticamente será detenido y encerrado hasta 72 horas, a la espera de un juicio rápido, del cual acabará probablemente inducido a declararse culpable por el juez9. Si una mujer hace lo mismo, de hecho es seguro que en esa misma discusión con su pareja la mujer hubiera gritado e insultado igualmente a él, a ella no le puede pasar nada, y además podría ser vista como una mujer empoderada, nivel Diosa. Esa es la igualdad del feminismo.

 

El sexo, el follar, es el tema central del yugo feminista a los hombres. Es una espada de Damocles, el peor de los chantajes emocionales. Y quien se atreva a no entender esto, o jugar a sus juegos, es simplemente un hipócrita. La hipocresía reina en los ambientes del activismo de izquierdas o anarquistas. Todos adoradores del Estado de Bienestar en última instancia. Por activa o por pasiva. A fin de cuentas defienden un Estado Social que garantice las necesidades básicas, y por supuesto que sea ecofeminista. De esos ambientes de hipocresía y ansia de poder, nació la izquierda chalet que ahora está en el paredón acusada por el feminismo que ellos mismos crearon. El tiro en el pie.

 

Hay que estar muy ciego para no ver tan enorme engaño en el que han metido a toda la sociedad. Cada día se rompen más colectivos y movimientos sociales por el cáncer del feminismo. Normalmente por acusaciones de machismo o micromachismo a algún miembro por mostrarse natural y olvidarse de su trabajo en deconstrucción de su masculinidad. O mas grave aun, cuando algún miembro es acusado falsamente de violencia sexual, violación o violencia machista. El gran error y la gran trampa del feminismo militante es poner al hombre heteronormativo como el blanco a batir y olvidar así el principal blanco: el Estado, que es quién ejerce el poder y la dominación -tanto por hombres como por mujeres con poder- sobre el pueblo, compuesto de hombres como de mujeres sin poder. Ese es el verdadero patriarcado al que dicen combatir, pero que acaban uniéndose a él.

 

Con todo lo dicho, y para que no quede duda de lo obvio, no hace falta decir que el machismo es igual de condenable que el feminismo. Pero las mujeres confunden la condición biológica del hombre con el machismo. Porque la imbecilidad humana siempre existirá, igual que la violencia, otra cosa es que el poder lo sepa y quiera alimentar la imbecilidad y nos plantee siempre luchas falsas, falsos debates, donde perdernos para no ir a lo importante, para no asumir nuestra condición humana. La parte negativa del ser humano es inerradicable, pero eso no quiere decir que haya que alimentarla. El Estado es un producto de la parte negativa del ser humano. Admitir el Estado no es sólo admitir la parte negativa del ser humano, es alimentarla.

 

Antonio de la Fuente

Enero 2025.

 

 

1 https://haikita.blogspot.com/2018/05/mujeres-que-ya-no-sufren.html hago referencia al titulo de esta aclamada influencer feminista subvencionada por el estado.

 

2 Que se referencia con el título de este famoso libro que fue best seller en el auge del feminismo de la primera década del siglo XXI.

 

3 Por ejemplo en Feminicidio y autoconstrucción de la mujer de Felix RM y Prado Esteban. También en

https://felixrodrigomora.org/feminismo-y-genero-ingenieria-social-al-asalto-de-la-tradicion/

 

4 Varias noticias en diferentes medios:

https://www.publico.es/sociedad/espana-pais-mundo-toman-tranquilizantes.html

https://elpais.com/smoda/bienestar/benzodiacepinas-aumento-consumo-pandemia-mujeres.html, https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2023/03/15/64116ee9fc6c83d9608 b45c0.html

 

5 "Entre un 75% y un 80% de los hombres que se suicidan estaban inmersos en un proceso de divorcio viciado por la Ley Integral de Violencia de Género. «No es tanto por el divorcio en sí. La mayoría de casos son de hombres que llevan años sin ver a sus hijos. Algunos de ellos no saben ni dónde están».

https://theobjective.com/espana/tribunales/2025-01-06/denuncias-violencia-genero-condena/

 

6

https://www.rtve.es/noticias/20230422/objetivo-igualdad-mercedes-formica-lucha-contra-leyes-machistas-durante-franquismo/2434364.shtml

 

7 Las mujeres tenían abierta la puerta a la asistencia de los concejos abiertos y baztarres en la alta edad media, como atestiguan muchas fuentes históricas.

 

8 La teoría sueca del amor, película que habla de este tema.

 

9 Yovanna Carril, abogada española especializada en defender a hombres de denuncias falsas, atestigua como a los hombres se les fuerza a declararse culpables con el chantaje de rebajarles así la pena.

 

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