Editorial 20: las elecciones en EEUU y la nueva Guerra Mundial

Publicado el 1 de noviembre de 2024, 8:05

Por Félix Rodrigo Mora

Tiempo estimado de lectura:  12 min

 

El patético espectáculo de las elecciones presidenciales de EEUU, en el que nadie habla de los problemas reales, es una parte más de la los preparativos para ir a una nueva guerra mundial imperialista.

 

Trump y Harris son meramente dos marionetas, dos mascarones de proa, del Pentágono, es decir, del poder militar en USA, del “complejo militar-industrial”, que es el amo del país, hoy una horrorosa dictadura militar. Éste está evaluando quién le interesa más para culminar el auge del belicismo y la militarización del país, si el extremoderechista y conspiracionista Trump o la feminazi e izquierdista Harris.

 

El primero está bastante desacreditado, pues todos se acuerdan de lo que hizo cuando fue presidente, en 2017-2021, justamente lo contrario de lo que había prometido en la campaña electoral. Por lo demás, Trump resulta estar caduco y agotado, incluso en su lenguaje corporal, torpe y ya sin originalidad. Las paranoicas pedorretas del conspiracionismo, obra del equipo de Trump y de su partido, se han ido marchitando en los últimos dos años, por lo que ya sólo encandilan a los más necios.

 

Harris, feminazi, izquierdista y racista negra, tiene ante sí la hercúlea tarea de reclutar a las mujeres jóvenes para el ejército USA y enviarlas a los frentes de combate a morir por el imperio. Esto va a significar la quiebra del feminismo, que mostrara aún más qué es realmente, una forma de vandalismo, militarismo y brutalidad. Ahora se verá en la práctica que “la liberación de las mujeres” culmina en su conversión en carne de cañón. Harris tiene en su contra el enorme descrédito del izquierdismo, en su país y en todo el planeta, su racismo antiblanco y el desplome del feminismo, ya intensamente odiado por las gentes. Tras ella está la lúgubre sombra de Obama, presidente en 2009-2017, el “Mesías negro” señorito, criminal y fullero. Y eso la perjudica mucho.

 

Dee estas elecciones saldrá un sistema político USA todavía más debilitado y lamentable, más ridículo y carente de credibilidad, más en crisis crónica y ya irresoluble, gane quien gane.

 

Estados Unidos en una potencia imperial en descomposición acelerada, que está siendo superada por su rival, China, en cada año más asuntos decisivos, económicos, tecnológicos, financieros, diplomáticos y otros. Por eso los jefazos del ejército yanqui quieren empezar la nueva guerra mundial cuanto antes, pues saben que el tiempo va en su contra, dado que cada año son más débiles y están más decadentes.

 

De ahí que respalden al Estado de Ucrania con obsesión, para desgastar y agotar al principal aliado del imperialismo chino, la brutal Rusia neo zarista, y que inciten al Estado de Israel a que ataque a todo lo que se mueva en la zona, en particular a los vasallos de Irán en Palestina y en El Líbano, y al mismo Irán, aliado de chinos y rusos. Así, la guerra mundial está servida.

 

El agotamiento y descomposición del imperio USA se manifiesta en la política, la ideología y la propaganda1. Hoy carece de discurso, de formulaciones, de propuestas, y también escasea en individuos con capacidad para llegar a la opinión pública. Por eso, el principal poder de facto en ese país, el militar, el Pentágono, no acaba de decidirse sobre a quién hacer presidente, si al payaso conspiracionista Trump o a la feminazi racista Harris, pues ambos son igual de lamentables.

 

Ganen quien gane ganamos quienes estamos por la revolución. Si lo hace la malvada Harris, el izquierdismo y el feminismo resultarán ya definitivamente triturados y desacreditados, lo que es magnífico. Si el “agraciado” por la lotería electoral es el cabestro Trump, entonces toda la patulea neofascista y conspiracionistas se verá refutada en los hechos. Máxime debido a que ahora estamos en la fase de institucionalización del conspiracionismo, que se está convirtiendo en ideología del gobierno en cada vez más países europeos, Alemania, Italia, Holanda, Francia, Austria, etc., de modo que sus verborreicos agentes en las redes sociales cada día lo van a tener más difícil para presentarse como “antisistema” …

 

Si el izquierdismo ha tardado decenios en desmoronarse, la extrema derecha conspiracionista lo está haciendo en unos pocos años. Ni el uno ni la otra soportan la confrontación con la realidad.

 

La situación es, en consecuencia, buena para el desarrollo de la conciencia revolucionaria en todo el mundo. El imperio senil y vetusto sabe que cuando se decida a ir a la guerra total no va a contar con apenas nadie que vaya a ella por convicción, por patriotismo. Tendrán que hacerla a base de muchísima represión, castigos y violencia contra sus “ciudadanos”. En particular, las mujeres jóvenes que se han creído la verborrea feminista neopatriarcal/neomachista van a sufrir una severa y saludable lección de “realpolitik”, al constatar que han sido “emancipadas” por el Estado feminista simplemente para que derramen su sangre en los campos de batalla2.

 

Gane quien gane las elecciones, conviene verificar con satisfacción el agotamiento político e ideológico, así pues, mediático, del imperio USA, así como lo difícil de su situación. Pero, al mismo tiempo, no hay que olvidar la degradación inducida de la sociedad y la ínfima calidad de su individuo medio. El dominio absoluto del egotismo patológico y placerismo suicida, así como la falta de sentido moral individual y colectivo, por no hablar de la ausencia de un ideario, proyecto y programa revolucionario mínimamente compartido, son el lado negativo de la situación.

 

Pero lo que está mal puede arreglarse y lo que no existe puede crearse.

 

Hemos de trabajar para ello. El poli agotamiento del sistema de poder en lo político y mediático es una gran oportunidad, de naturaleza histórica para el colectivo RI y el ideario revolucionario en todo el planeta. Convertiremos la guerra imperialista en revolución integral mundial.

 

Para ello, conviene estudiar el documento sustantivo en lo programático, “Bases para una revolución integral”. De acuerdo con él, lo consecuente es adscribirse al colectivo RI, al movimiento por una revolución integral. Os esperamos.

 

Félix Rodrigo Mora

 

1 No menos seniles y estratégicamente débiles son los adversarios de EEUU, China comunista-fascista y Rusia neo comunista. Estamos ante una pelea entre imperios decadentes, lamentables y agotados. Eso indicia que a medida que avance la guerra mundial sus debilidades se harán más obvias, poniéndose en evidencia lo muy real, muy extenso y muy profundo de su vulnerabilidad. Es decir, pueden ser atacados y pueden ser vencidos por las fuerzas revolucionarias. Todos ellos.

2 Esto lo expuse en el libro “Feminicidio, o autoconstrucción de la mujer”. Ahora está claro pero cuando se publicó aquél nadie lo admitía. El feminismo convierte a la mujer en dócil instrumento político del Estado, en mano de obra sumisa al servicio del capitalismo y en chusma militarizada destinada a morir en las guerras imperialistas, injustas. Son tres maneras de triturar y agredir a las mujeres. Ha llegado el tiempo de que las mujeres jóvenes que van a ser alistadas a la fuerza en el ejército español y en los demás ejércitos de la OTAN, de 18 años en adelante, rompan con el feminismo y se sumen al movimiento RI, para hacer la revolución y emanciparse como mujeres.

 

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